14/7/09

Ser o no ser

Entre todas las reacciones que ha generado la película "Vals con Bashir", me llamó la atención la evidente confusión que se produce cuando los "expertos" de los medios se animan a hablar sobre la animación, la narración gráfica y sus términos relacionados. Yo no sé en qué sub-mundo paralelo nos hemos aislado los comiquistas colombianos pero claramente la brecha entre nosotros y el mundo cultural del país es muy grande. Si ese no fuera el caso, creo que ya habríamos superado el uso abusivo de la palabra caricatura para denominar cualquier imagen dibujada que se mueve, ya sea con el magia de la tecnología o con la de las convenciones de lectura. No fue que me sorprendiera leer comentarios en los que se dudaba sobre la capacidad de la "caricaturas" de hablar de temas serios pero me agarró una sensación indigesta de quietud incomunicada, como si en algún momento hubiéramos caído en una casilla de imprevisto que nos mandó a una cárcel de la que no hemos podido salir.

Me resisto a pensar que por más crecimiento que haya en los géneros gráficos, nos van a seguir confundiendo de nombre. Tradicionalmente respondemos al tema del imprevisto como Blanche DuBois a Stanley pero algo me hace pensar que esta estrategia ha dado pésimos resultados porque el problema persiste. ¿Será que nos va a tocar andar a todas partes con un "name tag"?



1/7/09

La ofensa del mínimo esfuerzo


Ahora que estoy de vuelta en Bogotá me puedo dar el lujo de criticar esas cositas del diario vivir que desde fuera me era más difícil percibir. Michael Jackson tuvo un impacto en mi vida ochentera, el TLC me parece una mala idea, el bajísimo me cae por la pelotas y la elección de Obama me pareció histórica y llena de facetas interesantes. Recientemente, con motivo del instante fotográfico que el innombrable tuvo con Barack en Washington, el caricaturista de El Tiempo, Matador, se mandó este comentario gráfico que me generó el siguiente descontento: seguro estoy pecando de sensible pero ¿todavía estamos dibujando a las personas negras con el recurso requete mandado a recoger del blackface? Para más señas, me refiero a esa tendenciosa tendencia de dibujar (exagerar) los labios de Barack y del metamorfoseado Michael y de cualquier persona negra de color blanco al estilo del maquillaje teatral usado en Estados Unidos antes de que ser racista fuera mal visto.

Y aclaro que no estoy diciendo que el señor dibujante sea un Klansman. De hecho, me imagino que no lo es y que debe ser un buen hijo y un excelente ciudadano. Lo que me molesta es que no puedo creer que una persona cuya profesión depende de la capacidad de los dibujos de comunicar mensajes no caiga en cuenta de que está usando una forma estereotipada y retrógrada de imaginar y visualizar las diferencias raciales (lo que quiera que eso signifique). Me molesta mucho pensar que personas creativas no se puedan ingeniar una mejor manera de caricaturizar la realidad y sus personajes.

Los invito a subirse al bus del futuro y dejar la pendejada de los chistes solapados que se basan en anteponer lo blanco a lo negro como si vivieramos en la hacienda de Scarlett O'Hara: que la negra se llame Nieves, que los labios sean blancos, etc. Sé que el talento gráfico de este país da como para superar el legado de Ebony y Memín.


Me tomé la libertad de incluir la caricatura de Matador para ilustrar la entrada pero pueden verla con más calma en el blog del hombre.